Revisar el plan de descontaminación de Osorno sería la mejor opción en la actualidad, según el director del programa Universidad de los Lagos Sustentable, Gonzalo Mardones, ante los bajos resultados que se han observado tras tres años de aplicación.

Esto tomando como contexto que Osorno llegó a su décima tercera emergencia ambiental y cumplió su novena preemergencia, superando ya la cantidad de episodios registrados durante 2017.

Según Mardones, las metas que se colocaron al plan fueron muy altas. Por ejemplo, en lo que se refiere al recambio de calefactores, se registró una alternancia de sólo 500 artefactos de un parque superior a 30 mil.

Por otro lado, la leña seca y su secado parece ser el área que menos avances y esfuerzos ha concentrado. Esto pensando que existe una gran demanda de este producto (440 mil metros cúbicos) en la ciudad, lo que no supera actualmente el 20 por ciento de madera seca.

Para 2020 debería comenzar a regir la prohibición de venta y compra de leña que sobrepase el 25 por ciento de humedad. De aplicarse tal cual, dicha restricción no tendrá efectos, de ahí la importancia de una revisión total del plan de descontaminación.

De acuerdo al director de ULagos Sustentable, se ha perdido una valiosa oportunidad de regular y formalizar el mercado de la madera, dando paso a la llegada de otros combustibles que no presentan sus condiciones, como el gas natural, que si bien es una alternativa limpia, no es renovable.

Finalmente, insistió en que revisar el plan de descontaminación de Osorno es algo urgente, ante sus bajos efectos en la ciudad. También reiteró que se debe hacer junto a la ciudadanía, que tiene mucho que aportar a ello.