Hasta la Parroquia Espíritu Santo de Osorno se trasladaron los enviados papales Charles Scicluna y Jordi Bertomeu para concretar una reunión con dicha comunidad.

Tal como ocurrió en su visita a la Parroquia Santa Rosa de Lima, Scicluna llegó solo, sin embargo, momento después asistió Bertomeu, quien explicó que su ausencia anterior se produjo debido a la extensa jornada de estos días, la que contempló testimonios por parte de personas de otros sectores del país, que solicitaron ser escuchados.

A lo anterior se suma la carta que recibió Scicluna por parte de un miembro de la Agrupación de Defensa de Niños y Niñas de Aysén, que daría cuenta de presuntos abusos ocurridos en Coyhaique hace 15 años.

Una vez terminada la reunión, Scicluna sostuvo que ambos encuentros fueron importantes. Además, agregó que la Iglesia es una comunión, con fidelidad a Cristo y “diversidad de perspectiva”.

Por su parte, Bertomeu explicó que durante toda la tarde escucharon los testimonios de las personas.