Los fieles católicos de Osorno dijeron que, tras la reacción de la coordinadora de comunidades laicas de Chile sobre la situación de la Iglesia, hoy mas que nunca queda demostrado que son ellos los que “deben pedir perdón” al propiciar la desunión de sus miembros.

José Manuel Rosas es uno de los voceros de una agrupación que –aclaran– no es antagónico a los laicos, pero con la misma fuerza dijo, “es imposible guardar silencio ante el daño evidente que se produce cuando aparecen blandiendo la espada de la verdad desconociendo los efectos de las acciones de ese movimiento”.

Tras profundizar en el comunicado de la coordinación nacional de comunidades de laicas y laicos de Chile, José Manuel Rosas dijo que hoy mas que nunca sus integrantes en Osorno están llamados a pedir perdón.

Agregó que pese a demandar remociones a través de una declaración y seguir denunciando lo ocurrido en Talca o el convulsionado ambiente en la diócesis de Osorno, lo que se debe entender es que se trata de una agrupación sin representatividad.