Luego de las constantes denuncias de los trabajadores de la Feria Lillo en Castro, por goteras en el recito, una empresa contratista llegó para iniciar las mejoras correspondientes.

La reposición considera la instalación de planchas de zinc tipo tejuelas, en una extensión de 960 metros cuadrados.

Gaby Riquelme trabaja en el sector conocido como la “Nave Central” y valoró que se pongan en marcha las faenas.

Lorena Ruiz vende artesanías y en varias oportunidades denunció los estragos de las lluvias. Ahora señaló estar más tranquila.

El alcalde de Castro, Juan Eduardo Vera, reconoció que es una medida transitoria, mientras se inician gestiones para un proyecto definitivo.

La intervención de la Feria Lillo de la capital chilota, considera una inversión de 14 millones de pesos.