El aumento de abigeatos en la provincia de Osorno y sobre todo la existencia de bandas organizadas, dio paso a una investigación focalizada con la asignación de un fiscal especial.

Fue en la denominada “mesa antiabigeato”, que reúne a la Gobernación, Carabineros, Impuestos Internos y las policías, donde quedó de manifiesto el notorio incremento en la comisión del robo de vacunos y que marca una diferencia en el conocido desposte perpetrado en predios agrícolas de la zona.

En materia de cifras, Puerto Octay es la comuna que presenta un explosivo aumento de sustracción de ganado, luego que en 2017 se reportaran 7 casos mientras que hasta ahora van 16.

En San Pablo fueron cuatro episodios y ahora va en 10; números que en el contexto provincial hacen reportar un 6% de alza en el ilícito.

Las particularidades que muestran las bandas que se dedican al ilícito y toda una articulación que busca llegar a la venta de lo obtenido, llevó a focalizar este tema bajo la dedicación especial del fiscal Daniel Alvarado Tiquer, quien indicó que de la venta de carne faenada por kilo, ahora se busca comercializar el animal vivo por las ganancias que deja.

El persecutor añadió que esa operatividad plantea un análisis de mayor profundidad y es ahí donde se plantea un trabajo multisectorial.

El gobernador Daniel Lilayu, también se refirió al aumento del ilícito en los campos de la zona, pero rechazó las recompensas que agricultores ofrecen para ubicar a sus autores, como en el caso de Purranque.

La autoridad no descartó apoyar a los agricultores con cámaras y hasta drones, en una determinación que puede resultar del contacto con los gremios.