Las dudas sobre las reales competencias del gobernador regional persisten en varios actores políticos de la provincia de Osorno.

Si bien, valoran su elección popular a contar de 2020, aseguran que las facultades en la toma de decisiones y los recursos con los que contará condicionan la real efectividad del cargo respecto a la descentralización.

Juan Carlos Duhalde, presidente del Consejo Regional de Los Lagos, sostuvo que los nuevos cargos deberían tener la facultad de nombrar a su equipo de trabajo, incluyendo las seremías ministeriales, sin la intromisión de los denominados “padrinos políticos”, usualmente parlamentarios.

José Luis Muñoz, consejero regional recientemente electo, coincidió en la atribuciones administrativas necesarias, pero también del orden fiscal, pues de nada serviría tener una autoridad electa, si no hay recursos disponibles para su gestión.

La eficiencia presupuestaria es una tema que acompañará la tarea del gobernador regional, pero sobre la cual probablemente no tendrá dominio total, al ser otras entidades -como los municipios- los encargados de ejecutar los proyectos que reciben fondos del FNDR.

Para Duhalde, un gobernador elegido vía voto tendrá claramente más presión, al tener un compromiso con la comunidad.

El proyecto de ley, recientemente aprobado en el Congreso y que está a punto de convertirse en ley, mantiene el actual periodo de cuatro años de los consejeros regionales.

Lo anterior es bueno para Muñoz, aunque si se reducía en uno -como se propuso inicialmente- había que acatarlo, porque la idea es que la elección de consejeros y gobernador se efectúen el mismo año, para asegurar un buen funcionamiento.