Los efectos de los perros en la zona rural fue abordada en el seminario sobre tenencia responsable de mascotas realizado en el auditorio del Centro de Atención al vecino en la ciudad de Osorno. Se aclaró que la denominación correcta no es “asilvestrados”, sino de “vía libre”.

Y es que de acuerdo a la expositora Daniela Poo Muñoz, médica veterinaria y académica de la Universidad Santo Tomás de Temuco, los perros asilvestrados son aquellos que no dependen del ser humano para vivir, los que tienen una escasa población en Chile. Lo que hay, dijo, son los de “vía libre”, que sí tienen dueños en los propios campos.

Su acción genera diversos problemas, más aún porque ni siquiera pueden ser cuantificados, debido a la dispersión que genera la ruralidad y la dificultada para estudiarlos, además de su constante reproducción.

Pese a lo problemático, se observan soluciones donde sobre salen la educación en tenencia responsables, su retiro de la zona rural y la esterilización.

De acuerdo a Daniela Poo, la idea de matarlos a través de la casa, si bien puede ser aceptada por muchos, en realidad no tendría mayor efecto. Se ha demostrado que la mayoría de los perros de vía libre tienen dueños o provienen de la ciudad, por lo que la responsabilidad sigue siendo del hombre.

La dificultad de contarlos a través de un Censo es una difícil tarea, ya que sólo se constatan con estimaciones basadas en la urbanidad. Según conteos especializados, se estima que 9 de cada diez hogares en Chile tiene un perro, por lo que se calcula que el número de canes en todo el país es superior a los 3 millones.