Este lunes se desarrolló el juicio abreviado en contra de un abogado osornino acusado de estafa reiterada, falsificación de instrumento público y prevaricación, hechos cometidos durante años en contra de una profesora jubilada, residente actualmente en Londres.

Recordemos que fueron diversas las audiencias reagendadas, toda vez que el imputado no se presentaba o no era notificado, pero finalmente este lunes se concretó el juicio, al cual llegó reconociendo todos los hechos presentados por el Ministerio Público.

El fiscal especialista en Delitos Económicos, Matías Montero, dio una lectura resumida a la acusación y a la misma declaración del imputado, quien reconoció haber solicitado dinero a la exdocente, bajo el argumento que debía tramitar audiencias, juicios y apelaciones que jamás fueron ejecutadas.

La Fiscalía de Osorno asegura que el monto asciende a más de 51 millones de pesos.

Para ampararse en la petición de dinero, el abogado falsificó resoluciones judiciales obtenidas a través del Poder Judicial, mientras que para lo que fue contratado -que era una causa por partición- nunca realizó trámites en favor de su clienta.

Consultado el persecutor sobre las excusas que pudo haber dado el imputado -como para justificar su actuar- Montero manifestó que tras reconocer la acusación, atribuyó la conducta a conflictos personales.

El abogado y su representante, el defensor penal, Iván Cárdenas, desistieron referirse al caso, señalando que primero deben conocer la sentencia donde se detallará los delitos y penas asignadas finalmente.

Mencionar que si bien se arriesgan penas de cárcel, la sentencia mayor a la se expone el abogado es la prohibición perpetua para ejercer como profesional.