A través de un mural, las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos buscan que el Puente Pilmaiquén permanezca con un símbolo imperecedero del lugar desde donde se produjeron violaciones a los derechos humanos.

Inés Barría Basay, cuyo caso por la desaparición de sus hermanos durante el periodo del régimen militar sigue abierto en materia de investigación, explicó que fue en ese viaducto donde mediante testimonios irrefutables se confirmaron graves atrocidades.

En materia de justicia, Barría planteó que el cierre del penal Punta Peuco es una deuda pendiente para encontrar igualdad ante la ley, puesto que a juicio de las organizaciones de derechos humanos, los actos de lesa humanidad cometidos durante dictadura son delitos que deben condenarse.

En su caso particular, Barría Basay aguarda por los resultados de peritajes en laboratorios internacionales a fin de confirmar o descartar que el hallazgo de restos en el sector Costa Río Blanco en la comuna de Río Negro, pertenecen o no a los cuerpos de sus hermanos Guido y Héctor, de quienes nunca más se supo tras ser detenidos por una patrulla policial de la época.

El recuerdo de un nuevo 11 de septiembre se realizará mañana con un acto en el memorial por la paz ubicado en calle Mackenna junto a la ex estación de ferrocarriles desde donde saldrá una marcha hacia el centro de la ciudad.