Una pena ejemplificadora -a juicio del Ministerio Público- fue la que dictó el Tribunal en Osorno tras sentenciar a 15 años y 1 día de presidio efectivo a un hombre que abusó y violó a su hija en reiteradas oportunidades.

Conforme a los datos develados durante el proceso de juicio oral, los hechos se remontan al año 2010, cuando la niña solamente tenía 9 años, instancia en la que el sujeto aprovechaba diversos momentos a solas con su hija para realizar tocaciones de índole sexual.

Los ultrajes prosiguieron hasta que el condenado, utilizando su calidad de padre y cuidador, concretó la agresión sexual, no en una oportunidad, sino que de forma reiterada hasta el pasado 2016 cuando éstos fueron denunciados.

Guillermo Cáceres, fiscal que llevó el caso, en conversación con La Radio mostró su satisfacción porque los magistrados aceptaran penalizar al sujeto con una de las sentencias más altas de los últimos años, considerando la gravedad del hecho y donde se configura como agravante el parentesco entre el agresor y su víctima.

La conformidad de la pena, dijo, no solamente pasa por un logro profesional, sino que es la satisfacción de poder entregar tranquilidad a la víctima, seguridad y una sensación de que en su caso se aplicó una pena justa.

Cabe destacar que la sentencia aún no se encuentra ejecutoriada, dado que restan 10 días para que la defensa del condenado revise el fallo y determine si recurrirá ante la Corte en Valdivia para anularlo. De no presentarse un recurso en el tribunal de alzada, se daría paso al cumplimiento de la misma, abonándose a la pena el tiempo que el inculpado permaneció privado de libertad.