Preocupación genera en estudiantes de la Universidad de Los Lagos los efectos que pudiera tener este año la aplicación del denominado decreto 626, que establece la desvinculación de alumnos que no cumplan con cierto nivel de avance en sus carreras.

De acuerdo a Gonzalo Díaz, consejero estudiantil, se trata de una normativa que el año pasado ya arrojó que por lo menos 30 salieran de la casa de estudios, pues no alcanzaron a completar lo requerido de acuerdo al año que llevan matriculados, pues el decreto exige que una carrera de cinco años pueda extenderse hasta siete años y medio, nada más.

De no cumplirse, una comisión especial decide el futuro de los alumnos, pudiendo dejarlos condicional o directamente expulsarlos, según explicó Díaz.

Un tema de preocupación, que debe ser analizado con detención a juicio del consejero estudiantil, sobre todo en carreras de la salud y en general en una universidad pública y estatal, que aún tiene alumnos con créditos que debe seguir pagando.

La explicación de la universidad para el decreto tiene que ver con el proceso de acreditación, que exige tener un porcentaje de titulados cada año. De hecho, el sólo haber obtenido tres años y no cuatro se explicaría por ello. Sin embargo, para los estudiantes no es un argumento suficientemente válido.

Para este año debiera aplicarse nuevamente el decreto; sin embargo, Diaz adelantó que tal tema ocupará parte importante de la agenda a discutir con la rectoría durante este año.