Gendarmería se encuentra a la espera del término de un sumario interno, para analizar los pasos a seguir, tras la querella criminal interpuesta por el Instituto Nacional de Derechos Humanos, INDH, por el delito de tortura contra un interno del penal de Osorno.

Fue en noviembre de 2016 cuando se registró un operativo en el módulo 3 de la cárcel, lo que involucró la utilización de gases lacrimógenos y espuma, y donde uno de los internos resultó con un brazo fracturado.

Según el coronel Pedro Ferrada, director regional subrogante, tras la ocurrencia del caso se determinó una investigación interna en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Osorno, sin embargo sus resultados no fueron convincentes por lo que se ordenó un proceso mayor.

El fiscal externo corresponde a un funcionario ajeno al penal osornino y será quien determine las eventuales responsabilidades, aún cuando a primera vista, según Ferrada, no sería tal como se plantea desde el INDH.