Conmoción causó en 2015 el caso de la muerte de Víctor Villarroel Vargas de 62 años, quien fue descuartizado por uno de sus amigos, supuestamente tras un “ataque de celos”. Sin embargo, la causa que ya tenía más de un año en la justicia tuvo que ser sobreseída, debido a que, en los últimos días, el único imputado murió aquejado por un cáncer terminal.

Recordemos que el crimen quedó al descubierto  en mayo de 2015, cuando un trabajador agrícola encontró restos humanos en un predio y dio aviso a Carabineros, pero como había ingerido bebidas alcohólicas no le creyeron. Al día siguiente le contó lo sucedido a su empleador, quien lo acompañó a verificar los hechos y estampar la denuncia, para que de una vez iniciaran las investigaciones.

Tras las pericias de rigor, se determinó que el autor del asesinato utilizó diversas herramientas, entre ellas un serrucho y un hacha.

En el marco de la investigación de este hecho se sindicó a Luis Vargas Mayer como sospechoso, quien posteriormente fue formalizado en calidad de autor.

Al momento de su detención, Vargas Mayer reconoció los hechos, señalando que en un ataque de celos se abalanzó sobre su amigo y le dio muerte.

Cabe destacar que actualmente el imputado se encontraba en la cárcel de Alto Bonito, en Puerto Montt, cumpliendo condena por otro delito.

Sin embargo,  se notificó por parte de Gendarmería que el hombre mantenía un cáncer terminal que finalmente le produjo la muerte, según confirmó la Fiscal Carolin Konrad.

Konrad explicó que se desarrolló una audiencia especial, donde finalmente se decretó el sobreseimiento del caso por el fallecimiento del acusado.

Es importante señalar que por este hecho, el Ministerio Público estaba solicitando una sentencia de presidio perpetuo simple, vale decir una pena que partía en los 20 años de cárcel efectiva.