Los habitantes de Huentemó se ven obligados a cruzar el río Ñal con una balsa de plumavit, en la comuna de Chonchi. Esto se debe a que la pasarela peatonal del sector se cae a pedazos.
Cerca de 40 familias de Chiloé arriesgan su vida para entrar y salir de la comunidad con una precaria balsa. La situación se debe a que la pasarela de madera, de casi 40 años, quedó inutilizable tras el terremoto.
Alvaro Cuyul, vecino del sector, explicó el riesgo al que están sometidos los habitantes de Huentemó.
El director nacional de Vialidad, Walter Bruning, aseguró que por ley Vialidad no puede invertir en dicha pasarela, deslindando responsabilidad en el municipio y el Gobierno Regional.
El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, reconoció que existe dificultad para justificar la intervención del ministerio, pero fijó el 15 de enero para evaluar el camino a seguir.
El pequeño viaducto fue construido por la propia población y con aportes de la Dirección de Vialidad hace más de 40 años.
El paso del tiempo y la escasa mantención, sumado al fuerte sismo que azotó a Chiloé esta Navidad causó estragos en esta pasarela.
