La Superintendencia de Medio Ambiente sancionó a la central hidroeléctrica Dongo, ubicada en Chonchi, por la tala de un bosque nativo que afectó a varios ríos y especies en peligro de extinción.

Los antecedentes fueron revelados en 2013 por el Centro de Estudio y Conservación del Patrimonio Natural (Cecpan), quienes denunciaron que la intervención erosionó el suelo llegando los sedimentos al río Dongo, tiñendo de gris las aguas de otro afluente cristalino y afectando el hábitat del huillín, especie categorizada en peligro de extinción.

El geógrafo de la ONG, Álvaro Montaña, señaló que si bien el proceso de fiscalización fue muy lento, permitió evidenciar infracciones graves y leves.

La superintendencia sancionó a la empresa por dos bocatomas no autorizadas y taludes de caminos no estabilizados. Además de tres infracciones leves por una presión sonora que supera el máximo permitido en una vivienda cercana a la sala de máquinas de la central y otras dos infracciones por reiterados incumplimientos en la entrega de información ambiental del proyecto.

Para Álvaro Montaña se trata de un daño casi irreparable e incluso reveló que la empresa Dongo no contaba con un plan de manejo para intervenir la superficie de bosque.

Las infracciones tienen distintas sanciones, por ejemplo una monetaria, que va hasta las 5 mil Unidades Tributarias Anuales. Sin embargo, la firma puede presentar sus descargos y reducir la multa.