Tras la alerta sanitaria, gremios agropecuarios de Osorno llamaron a suspender el ingreso de carne brasileña hasta que se descarte que no constituye riesgo para la salud y daño a la economía nacional.

Desde la Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (SAGO) y la Corporación de la Carne, se exigió aumentar la fiscalización en los pasos internacionales de la carne importada y en el caso específico de la brasileña, pese a que habría sido retirada de las góndolas de los supermercados, la investigación sobre su riesgo sanitario no debe quedarse sólo en el corte en cuestión, sino que se debe analizar los demás.

Para el director del gremio y también de la Corporación de la Carne en Osorno, Sergio Willer, hoy está en cuestionamiento la ideoneidad de las autoridades brasileras quienes deberían garantizar la calidad de los productos cárnicos que exportan a Chile, sugiriendo que –tras incurrir en esta falta- sus importaciones deberían ser suspendidas, hasta que no estén dadas las garantías que aseguren la calidad de estos productos.

La molestia de los productores es que el caso de la carne brasileña demuestra que no existe equidad respecto a las exigencias desde y para Chile en materia de comercio internacional, pues a la producción local es muy fiscalizada y es exigida fitosanitariamente en otras latitudes; sin embargo, a la hora de importar, no pasa lo mismo.

“Siempre hemos llamado al consumo de la carne nacional, dado que la carne importada no cuenta con los mismos estándares de producción que tenemos nosotros. Como ganaderos no nos miden con la misma vara. Nos piden de todo y uno ve los resultados. Nosotros vendemos filete para afuera y ya ven lo que llega a Chile”, comentó Willer.

Por ello es que también llamaron a los consumidores a preferir el producto local, precisamente porque las exigencias fitosanitarias demuestran su calidad y que no constituye riesgo sanitario, condición que no se repetiría en carne importada.