Sorprendida de que sea “un tema”, se mostró la presidenta de la Corporación de Mujeres Siglo XXI, Olga barrios, frente al revuelo que tuvo el lanzamiento del libro “100 preguntas sobre sexualidad” por parte de la Municipalidad de Santiago.

Y es que el lenguaje directo que texto y el tratamiento de temáticas excluidas de la anterior educación sexual provocaron que los sectores más conservadores de la sociedad llegasen a hablar de aberraciones o de “principio del fin”, etcétera.

Para la líder de la agrupación de género simplemente “no hay que hacerles caso”. De hecho, en el caso de las Iglesias, sostuvo que más allá de los fieles, son las cúpulas las que intentan influir desde su creencia en algo que no tiene que con ello.

De hecho, hizo ver que la educación sexual debe ser vista, pues se trata de un tema de salud, pero también de derechos humanos, que involucran el conocerse a sí mismo y la relación con las demás personas.

De hecho apuntó sus dardos hacia la propia constitución, pues en la carta magna debieran quedar explicitadas las prioridades y formas de analizar temáticas tan importantes como a la educación sexual, con tal de evitar que sectores conservadores vengan a cuestionar posteriormente políticas públicas al respecto e incluso evitar que se apliquen.