¿Se imagina tener que pagar diez millones en impuestos para salvar la vida de un hijo? Una alta cifra a la que hay que sumar todos los otros costos médicos y logísticos que acarrea una enfermedad como la leucemia. Este es el caso de la familia de Solange Aravena, osornina de 13 años que padece cáncer y que necesita urgentemente un trasplante de médula ósea.

Todo partió en noviembre de 2015 cuando Solange comenzó con lo que todos calificaban como una gripe. Ésta se extendió hasta el 25 de diciembre, según relató su tía, Lorena Mancilla.

Sin embargo, en plena Navidad ella y su familia recibieron el peor regalo de todos. Tras presentar fiebre, manchas rojas en la piel y desmayarse, fue trasladada hasta la Clínica Alemana de Osorno, lugar donde se confirmó que tenía leucemia.

Desde ahí a la fecha todo ha sido tratamientos médicos. Inicialmente en el Hospital Regional de Valdivia, para luego continuar en el Hospital Clínico de la Universidad Católica en Santiago.

La vida de aquella familia cambió radicalmente. Hasta la Navidad de 2015 Solange era una niña sin problemas, deportista y con un creciente gusto por las artes. De hecho, había decidido dejar el colegio Creación para ingresar al Santa Cecilia, teniendo en la mira la especialización en Teatro.

Producto de dicha enfermedad todos los sueños quedaron truncados, así como la vida de su familia. En el caso de Andalicio Aravena, padre de Solange, desde diciembre del año pasado ha tenido que solicitar sucesivas licencias médicas para ausentarse en el puesto que ocupa en la empresa ESSAL, todo sea para acompañar a la pequeña.

Y es que junto a su esposa e hija debieron trasladarse a Santiago, ciudad donde arriendan un departamento para poder acceder al tratamiento médico.

La esperanza parecía haber llegado hace un tiempo, pues Solange aparentemente había derrotado al cáncer, sin embargo fue una falsa alarma, y ahora la única opción para que la pequeña sobreviva es un trasplante de médula ósea.

Sus padres no pueden ser donantes, pues sus médulas tienen una compatibilidad de sólo el 25%, cuando necesita que el porcentaje sea de un 100.

En Chile no hay médulas óseas para ser trasplantadas, por lo que han puesto su mirada en el extranjero, en países como Alemania o Estados Unidos. Pero en el caso de encontrar una compatible, tendrán que importarla a Chile, lo cual paradójicamente está gravado con el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

De concretarse lo anterior, sólo en impuestos deberán pagar cerca de 10 millones de pesos, a lo cual se debe sumar el costo mismo del órgano y la operación, por lo que todo el proceso se cuantifica en $70 millones, monto que claramente no tienen, según contó Lorena Mancilla.

Para costear todos los gastos que ha conllevado afrontar la leucemia de Solange, se creó toda una red de apoyo liderada por sus familiares, quienes han desarrollado eventos benéficos en distintas poblaciones, tal como Maximiliano Kolbe, Villa Quilacahuin y en el sector de Chuyaca, además de abrir cuentas de ahorro para recaudar cooperaciones.

Los costos se han acrecentado de forma exponencial, aunque no han mellado el ánimo de Solange, quien por el momento necesita plaquetas sanguíneas. A partir de ello es que quienes deseen ayudarla pueden acudir hasta el Banco de Sangre del Hospital Clínico de la Universidad Católica en Santiago.

Si recibe la médula ósea, Solange tiene altísimas posibilidades de recuperar la vida que anteriormente tenía; sin embargo, para ello deberá pagar el IVA, pues no hay tratado de libre comercio que elimine barreras arancelarias en casos como éste, donde un órgano humano es visto como simple mercancía.