Durante esta jornada fue dado a conocer el informe de avance en su totalidad que llevó a cabo la comisión de científicos independientes encargado de estudiar las causas de la crisis ambiental que afectó al borde costero de la región de Los Lagos, documento en el cual se concluye que el vertimiento de salmones no fue un agente causal de la marea roja en la zona.

Si bien dichos antecedentes fueron dados a conocer el pasado 18 de agosto, la Academia Chilena de Ciencias, garante del estudio conformado por 5 investigadores de la Universidad de Concepción y de la Universidad de Los Lagos, entregó mayores antecedentes respecto de la indagación llevada a cabo durante 11 semanas.

En él se alude que tras la toma de muestras, análisis climáticos, oceanográficos y la obtención de datos obtenidos por la expedición científica Cabo de Hornos, se pudo concluir que el vertimiento de salmones se llevó a cabo en un periodo (14 al 23 de marzo de 2016) en que el viento predominante en la región era propicio para el transporte de material hacia el norte y hacia el oeste, no hacia la costa.

Recordemos que el crucero Cabo de Hornos zarpó desde Talcahuano el 25 de mayo para tomar en la región de Los Lagos muestras de agua a distintas profundidades, de sedimentos, recolectándose además ejemplares biológicos mediante el buceo. Esto se aplicó en 15 sitios de la costa expuesta de Chiloé y mar adentro.

En el documento además se sostiene que al momento de realizar el vertimiento, ya existían Florecimientos Algales Nocivos (FAN), más conocidas como marea roja, en diferentes puntos de la región de Los Lagos y Aysén. Por lo tanto, el vertimiento no puede considerarse agente causal de dicha floración.

“El vertimiento de salmones generó una señal ambiental, en la forma de un aumento en la concentración de amonio en el agua, detectado durante el muestreo de la expedición oceanográfica a bordo del Cabo de Hornos. Normalmente, las concentraciones de amonio en el océano son extremadamente bajas. Sin embargo, a dos meses del vertimiento fue posible detectar concentraciones de hasta 10 veces mayores a lo normal. La explicación más plausible para estos niveles de amonio en el océano abierto es la descomposición de las 4500 toneladas de salmones vertidos en marzo 2016″, asegura.

Cabe destacar que se trata de un estudio encargado por el Gobierno con el cual se busca atender las dudas que generó el vertimiento de salmones en descomposición a 75 millas de la costa de Los Lagos y que se publica a días del informe paralelo proporcionado por Greenpeace, el cual propone una teoría totalmente contrapuesta a la del comité científico, apelando al vertimiento de salmones como un “potenciador” de la marea roja en la zona.

Lee también: Gobierno desestima informe de Greenpeace que vincula marea roja y muerte de salmones

En el estudio presentado por la organización ambientalista se asegura que pese a que el bloom de algas ya se encontraba presente en la zona, el vertimiento de 9 mil toneladas de salmón sirvió de “fertilizante”, aumentando la magnitud, intensidad y alcance de la proliferación de algas, situación que fue desmentida por autoridades de Gobierno, quienes a su vez llamaron a esperar el informe final de la Academia Chilena de Ciencias, el cual se dará a conocer en octubre.

Revisa acá el informe completo del comité científico independiente.