Diversas reacciones han surgido tras el informe realizado por la ONG Greenpeace, donde plantea que se habrían encontrado evidencias que indicarían que el vertido de toneladas de salmón en descomposición tendría directa relación con la floración de algas nocivas.

En el estudio presentado por la organización ambientalista se asegura que pese a que el bloom de algas ya se encontraba presente en la zona, el vertimiento de 9 mil toneladas de salmón sirvió de “fertilizante”, aumentando la magnitud, intensidad y alcance de la proliferación de algas.

Desde el Gobierno, el intendente de Los Lagos, Leonardo de la Prida, llamó a esperar el resultado de la investigación del grupo de científicos -cuyo informe estará terminado en octubre-, puntualizando que el mismo experto que se menciona en el estudio de los ambientalistas, no confirma el vínculo entre el vertimiento de salmones y la marea roja.

En la misma línea, la seremi de Economía de Los Lagos, Carmen Muñoz, llamó a la responsabilidad al momento de informar a la ciudadanía, desestimando los antecedentes entregados por la organización ambientalista.

Visión completamente opuesta a la del diputado por Chiloé, Alejandro Santana, quien tras la entrega del informe indicó que el Ejecutivo ha desestimado los reales efectos de la crisis acuícola, enfatizando en que no tiene margen para su ambigüedad.

Desde la ONG, la coordinadora de campañas de Greenpeace Chile, Estefanía González, fue enfática en señalar que “el Gobierno decidió sacrificar esta zona en función de los intereses de la salmonicultura y de los empresarios que no están haciendo las cosas bien”.