Producto de una disputa familiar, un hombre se encadenó a una tumba en el cementerio de Curacautín, en la región de La Araucanía, para evitar el traslado del cuerpo de su madre a otro lugar.

Fue esta mañana de lunes que en dicho lugar se reunieron los hijos y hermanos de la profesora Emilia Poblete Barrientos, fallecida hace cuatro años y que está sepultada en el cementerio de la comuna pre cordillerana.

Específicamente, para esta jornada se había autorizado -por parte de la Seremi de Salud en La Araucanía- el traslado del cuerpo hacia la comuna de Lonquimay. En ese contexto, Pedro Poblete, hermano de la fallecida, dijo a Radio Bío Bío que existe una denuncia y una querella por presunto intento de exhumación ilegal de parte del esposo de la fallecida profesora.

“La quieren exhumar. Hay una orden que está en curso, una orden judicial y hay una querella presentada para no exhumar. Sin embargo, la Seremi de La Araucanía dio la orden de exhumación. Encuentro que todo eso es ilegal”, dijo.

Al ver a personal del Ministerio de Salud en la zona, que junto con Carabineros realizarían el procedimiento, uno de su los hijos se encadenó a la tumba de su madre. Así lo relató uno de sus hermanos.

“Como acto de protesta, precisamente porque no corresponde que la Seremi de la orden del traslado del cuerpo de nuestra madre, si es que hay un proceso judicial en curso. Por lo mismo, uno de nuestros hermanos decidió encadenarse a la sepultura de nuestra madre”, contó José Ocampo.

Producto de esta situación, la Seremi de Salud decidió suspender el procedimiento y fue cerca de medio día que llegó la medida cuatelar del Tribunal de Curacautín, suspendiendo el procedimiento por dos años o mientras dure la investigación.

La querella

En la acción judicial, a la que tuvo acceso Radio Bío Bío, se acusa al esposo de la fallecida de apropiarse del terreno en el cementerio municipal, pese a que no fue quien pagó los derechos.

Según se acusa desde la familia, se le solicitó -en reiteradas ocasiones- que corrigiera dicho documento ante la Municipalidad de Curacautín, para cumplir con los últimos deseos de la fallecida. Esto, a raíz de “diversas acciones delictivas” y “evidentes rasgos de demencia y otra enfermedad similar” por parte del querellado.

Igualmente, denuncian que el pasado 5 de marzo el hombre “junto a un grupo de personas, llegó al cementerio de la comuna y procedió a destruir la tumba dónde yace el cuerpo, removiendo la lápida y la tierra que le cubre. Todo indica -aunque no nos consta todavía- también habría sacado el ataúd” con el cuerpo.