En una declaración como imputado en el Juzgado de Garantía de Temuco, el fiscal del Ministerio Público de Rancagua, Sergio Moya, precisó su relación laboral con la desaparecida Unidad de Inteligencia de Carabineros.

Además, en la instancia abordó lo relacionado a la redacción de un correo electrónico en el que entregó sugerencias para proceder en unas pericias de la causa derivada de la fallida Operación Huracán.

El suspendido fiscal de Rancagua explicó que la internación ilegal de armas de fuego desde Argentina a Chile en las cercanías de Puerto Octay por parte de militantes del MIR y del Ejército Guerrillero del Pueblo, que investiga desde 2012, generaron su interés para usar las supuestas herramientas informáticas que existían en la fallida Operación Huracán, las que, sin embargo, luego verificó que eran falsas.

“Ellos lo que no querían desde el mando superior de Carabineros, pasando por el equipo y por Marín era explicar lo que hacían, que era mandar un virus al correo del teléfono y ahí activar un comando”, afirmó.

En Argentina, la misma causa está siendo investigada como homicidio calificado, por cuanto un policía trasandino fue ejecutado mientras fiscalizaba a quienes ingresaban armas o drogas ilegalmente a Chile, cerca de Junín de Los Andes con destino a la población La Legua Emergencia en la región Metropolitana.

Además, el fiscal Moya explicó el correo en el que sugiere a Carabineros no permitir que las pericias a equipos o soportes informáticos incautados sean desarrolladas por la PDI, por cuanto ahí quedaría al descubierto que la aplicación Antorcha no es otra cosa que un virus que se ingresa vía correo al teléfono, y podría perder la información extraída de los celulares de al menos dos personas que están investigadas en la causa por la internación de armas que él dirige desde hace 7 años.

El fiscal Moya declaró por casi seis horas y respondió preguntas de los abogados que intervienen en la causa derivada de la fallida Operación Huracán.