Un joven con problemas cognitivos y una deficiencia auditiva fue condenado a 61 días de presidio, el que fue sustituido por arresto domiciliario nocturno, tras ser declarado culpable de abuso sexual en contra de una niña de 12 años de edad.

El hecho ocurrió el 10 de octubre de 2017 cuando la víctima estaba en la escuela “Eduardo Frei” de Perquenco, donde el imputado -que en esa época tenía 18 años de edad- procedió a realizarle tocaciones y otras actividades de connotación sexual.

Una de las pruebas clave para la Fiscalía fueron las imágenes de las cámaras de vigilancia instaladas en el establecimiento. Con esto se pudo obtener la condena al señalarlo como autor del hecho, según declaró el fiscal del Ministerio Público de Lautaro, Miguel Velásquez.

Sin embargo, el fiscal señaló que tras los peritajes realizados se pudo comprobar que el acusado no es inimputable tras la declaración de una perito del Servicio Médico Legal, por lo que se aplicó la condena.

Uno de los testimonios presentados por la Fiscalía fue el de la educadora diferencial del establecimiento que señaló que el día en que ocurrieron los hechos, los estudiantes se encontraban solos en la sala de clases ya que un funcionario había faltado. Mientras se encontraba en colación, comprobó las cámaras de seguridad desde su celular, percatándose del ataque a la menor.

En razón de las atenuantes, los jueces condenaron al acusado por abuso sexual, pero le impusieron una pena de 61 días de presidio y sustituyeron el cumplimiento de la pena privativa de libertad por la de reclusión nocturna domiciliaria.

Además, el tribunal concedió la medida de protección consistente en la prohibición de acerarse a la víctima, visitar su domicilio o su establecimiento educacional por un periodo de dos años.