La Corte de Apelaciones de Temuco confirmó la condena a un gendarme declarado culpable por apremios ilegítimos de connotación sexual contra un reo de la cárcel de Angol.

Los hechos se remontan al 15 de marzo de 2017, cuando el interno esperaba un traslado al hospital por una fractura en su mano izquierda, sin embargo, el uniformado le colocó grilletes, para luego apoyarlo en una mesa, tocándole sus piernas y genitales.

La justicia estableció que todo esto ocurría en medio de burlas y golpes, generando la caída del interno al piso, lugar donde el gendarme le pisó los grilletes, provocando un intenso dolor debido a la lesión que mantenía.

En primera instancia, los tribunales ya habían condenado al funcionario a 541 días de presidio remetido y esto -a su vez- fue ratificado por la Corte de Apelaciones de Temuco.

Lo anterior fue confirmado por el abogado del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Marco Rabanal, quien valoró el fallo del tribunal de alzada, en el caso donde fueron querellantes.

El abogado agregó que las personas privadas de libertad se encuentran con un grado de vulnerabilidad, debido a vivir en una situación de dependencia, lo que los hace susceptibles de ser víctimas de abusos.