El Gobierno salió a justificar la implementación de trenes diésel, -de tecnología más contaminante- para unir la ruta entre Temuco y Victoria, debido a que hace más de 10 años la infraestructura eléctrica quedó obsoleta.

El exsubsecretario de Transportes, Carlos Melo compartió la decisión del Ejecutivo, ya que electrificar el recorrido significaría un gasto excesivo para las arcas fiscales.

Fue en el gobierno de Ricardo Lagos que se prometió una infraestructura eléctrica para trenes, que iba a a unir a Santiago con Puerto Montt, proyecto que en el caso de La Araucanía se vio truncado hace más de 10 años.

Por lo tanto, la línea eléctrica ya cumplió su vida útil, a lo que se suma el deterioro del material por falta de mantención, y el robo de cables.

El tema volvió a la discusión pública luego de que el Gobierno decidiera comprar 3 trenes chinos a diésel, destinados al tramo que une Temuco con Victoria, a diferencia de los eléctricos -menos contaminantes- que se destinaron para el Biotrén en Concepción.

El seremi de Transportes en La Araucanía, Luis Calderón justificó la decisión, defendiendo que es la única alternativa posible.

Su opinión es compartida por Carlos Melo, exsubsecretario de Transportes en la segunda administración de Michelle Bachelet, quien en conversación con Radio Bío Bío explicó que es inviable un proyecto de electrificación para un tramo de tan sólo 65 kilómetros.

Nelsón Hernández, gerente general de Ferrocarriles del Sur, perteneciente al grupo EFE, aseguró que a pesar que los trenes son a diésel, su tecnología cumple con un estándar internacional.

Consultados algunos exministros del presidente Lagos, que evitaron referirse públicamente al tema, reconocieron que los trenes nunca fueron una prioridad desde La Araucanía, ya que esa política pública siempre fue diseñada desde Santiago a través de la empresa EFE.