El vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, se refirió en una entrevista a lo ocurrido con la “Operación Huracán”, hecho que es investigado por la Fiscalía como un presunto montaje.

Se trata de la detención de Llaitul y otras siete personas ocurrida en septiembre acusadas de participar en varias quemas de camiones en zonas mapuches, todo respaldado por conversaciones de mensajería móvil que a juicio del Ministerio Público fueron implantadas por la inteligencia uniformada.

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Llaitul, en conversación con La Tercera, indicó que “no habían pruebas científicas o testimoniales que nos situaran en esas acciones que nos atribuían. Todo se basaba en supuesta mensajería cuyo estándar de prueba era muy pobre, como estableció la Corte Suprema al dejarnos en libertad”.

“Sobre la investigación contra Carabineros, nos parece también que es lo que corresponde: adulterar pruebas, plantar evidencia, hasta donde sabemos es un delito grave (…) Para nosotros el montaje policial ya está establecido. Nosotros siempre lo sostuvimos pero no teníamos cómo probarlo“, agregó.

El vocero de la CAM descartó una posible demanda personal al Estado por esta situación, aunque aseguró que estos antecedentes se incluirán en el líbelo presentado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por el juicio seguido en el marco del ataque al fiscal Mario Elgueta.

Si bien Llaitul negó que desde que él es vocero político de la CAM haya reivindicado hechos de violencia perpetrados por la organización, ya que eso es “atribución exclusiva de los Organos de Resistencia Territorial (ORT) de la CAM, que operan de manera autónoma y clandestina”; sí aseguró que reivindica la violencia política.

“Nuestro diagnóstico es muy crudo respecto del Estado y la situación del pueblo mapuche hoy. Creemos que existe una situación colonial, de sometimiento y opresión cada vez que se plantea desde nuestro pueblo la reivindicación de derechos territoriales y políticos. Es en ese plano que legitimamos otras vías de lucha, que tienen que ver con la acción directa, la autodefensa y la resistencia frente a estas arremetidas del sistema colonial.

Llaitul además negó tener contacto con efectivos de la ANI, se mostró en desacuerdo con los ataques a iglesias en el sur del país y dijo estar abierto a dialogar con el futuro gobierno sobre la devolución de territorios que exigen, aunque aseguró que la conversación depende más de las autoridades.