Una carta dirigida al general director de Carabineros, Bruno Villalobos, fue enviada por la madre de Brandon Hernández Huentecol, Ada Huentecol Luvilián, donde solicita que den de baja al uniformado que le disparó a su hijo en diciembre del año pasado.
El 18 de diciembre de 2016, Bradon Hernández Huentecol, de 17 años, recibió un disparo de una escopeta antimotines, de cartuchos de calibre 12, que le provocó una fractura de pelvis, además de quedar alojados cientos de perdigones en su cuerpo y casi tres meses internado en un recinto de salud privado en Temuco.
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El entonces menor de edad, fue reducido por uniformados a las afueras de su vivienda en el sector Curaco de Collipulli, en medio de un confuso operativo policial.
El sargento segundo de Carabineros continúa ejerciendo sus funciones, aunque ya no en la unidad de Fuerzas Especiales.
Por lo mismo, la madre de Brandon, envió una carta a Villalobos, cuyo objetivo, asegura en el escrito, es “solicitar la baja por mala conducta”, del uniformado.
A juicio de Ada Huentecol, desvincular al sargento segundo era lo primero que debió haber hecho la institución policial. “A un carabinero le dan de baja por robar algo, es lo primero que debieron haber hecho por lo que le hicieron a mi hijo”, afirma la madre.
En materia judicial, el caso continúa estancado, ya que la Fiscalía ha intentado tres veces formalizar al sargento segundo por apremios ilegítimos y cuasidelito de lesiones graves, pero por diversos motivos, él no se ha presentado.