El aumento en los niveles de fierro y manganeso en el agua potable de la localidad Ñancul, perteneciente a la comuna de Villarrica, ha aumentado la molestia de los vecinos.
Un color café similar al óxido, además de un olor y sabor desagradable, es la condición en la que ha llegado el agua en los últimos días a varios domicilios del sector.
A través de las redes sociales y protestando en el exterior del municipio local exhibiendo en botellas la condición del agua, algunos de los afectados han manifestado su descontento con la situación y exigen a las autoridades una pronta solución.
Rosalba Loyola, una de las residentes en la localidad, dijo que la situación es cada vez más recurrente.
La mujer califica como inexplicable que las autoridades aseguren que el agua sigue siendo potable y que las mediciones arrojen resultados dentro de los parámetros normales.
En los lugares donde la situación es más crítica, el agua ni siquiera sirve para lavar ropa porque queda percudida, tampoco para bañarse y mucho menos para beber.
