Un peritaje de ADN, practicado a la carne de vacunos robados y que fue presentado por el Ministerio Público, resultó vital para lograr una condena en contra de un hombre, como autor de un abigeato ocurrido en 2014 en Loncoche.

En el juicio, desarrollado en el Tribunal Oral en lo Penal de Villarrica, se develó que la víctima del delito, Rene Manquelipe Lincocheo, cayó en una depresión tras sufrir la pérdida de su única fuente de ingresos –una vaquilla y un buey- por lo que se suicidó pocos meses después.

La fiscal jefe de Loncoche, Paola Varela, explicó que la noche del 12 de junio de 2014 el ahora condenado Marcial Meza Arias, de 50 años de edad, y su hermano, Juan Meza Arias, fueron fiscalizados por Carabineros en un control de tránsito, cuando se desplazaban en una camioneta que transportaban gran cantidad de carne, instancia en la que lograron huir, abandonando el vehículo y su carga a 3 kilómetros del control policial.

Recién al día siguiente la víctima se percató que desconocidos habían faenado a sus animales, en las proximidades del predio donde los mantenía, en el sector de Nilcahuin Bajo, en la localidad de La Paz.

La fiscal Varela precisó que hasta ese momento no había vinculación entre ambos hechos, por lo que ordenó tomar muestras de la carne, ropa y un serrucho encontrados en la camioneta, y las vísceras y restos de piel hallados por el afectado en el lugar del faenamiento, las que fueron enviadas al Departamento de Veterinaria de la Universidad Austral para una comparación de ADN.

Dicho peritaje fue clave en el juicio, pues permitió acreditar tanto el delito como la participación del condenado a través de la coincidencia entre las muestras, estableciéndose que correspondían a los mismos animales, detalló Varela.

La persecutora detalló además que Marcial Meza se mantuvo prófugo hasta abril de 2015. En la oportunidad fue formalizado por el abigeato y la Fiscalía pidió la prisión preventiva, la que sin embargo no fue concedida por el Juzgado de Garantía.

La Corte de Apelaciones revocó la resolución, pero aprovechando su libertad el imputado nuevamente entró en la clandestinidad y pudo ser recapturado recién en enero de este año, pero su hermano y coautor del delito se mantiene prófugo.