La Corte de Apelaciones de La Serena, en fallo unánime, acogió los recursos de nulidad deducidos en favor de los condenados W.E.I.R. (“el Quique”), A.N.C.N. (“el Pato”), S.I.P.H (“el Barba”), y A.A.M.C., anulando sus sentencias en el secuestro con homicidio de Alejandro Ponce en Paihuano.
De esta manera, le ordenó al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena la realización de un nuevo proceso, por jueces no inhabilitados, de los cuatro acusados como autores de los ilícitos ocurridos en noviembre de 2022.
La Corte consideró que las pruebas utilizadas para condenar a estos cuatro acusados no eran concluyentes. Específicamente, la Corte cuestionó cómo se determinó la participación de cada uno en los hechos y concluyó que el juicio original no cumplió con los estándares legales necesarios, lo que llevó a la decisión de repetir el juicio.
Sin embargo, rechazó los recursos de nulidad presentados por las defensas, en contra de la sentencia que condenó a tres de los acusados por el secuestro con homicidio de Ponce.
Entre ellos se encuentran: J.S.M.O. (“el Chaca”), condenado a la pena de presidio perpetuo calificado, en calidad de autor del delito consumado de secuestro con homicidio; y G.I.A.M. y C.E.M.C. a 5 y 3 años de presidio, respectivamente, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva, como encubridores del delito de homicidio.
Secuestro con homicidio de Alejandro Ponce
Según se indicó en el juicio, en horas de la tarde del pasado 28 de noviembre de 2022, “el Chaca” -con la intención de matar y secuestrar a la víctima- le propuso a A.M.Z que se reuniera con esta.
De esta manera, a cambio recibiría $50.000 en cocaína. Asimismo, convocó a “el Pato”, “el Barba” y “el Quique” para que lo ayudaran a secuestrar a la víctima.
Así, a través de una aplicación, la joven -que se desempeñaba como secretaria en el Cesfam de la comuna- contactó a Ponce, con quien acordó reunirse en la ribera del río Claro, sector La Rinconada, en la noche.
En el lugar, la joven avisó a “el Chaca”, quien, junto a los coimputados, llegó al sitio, golpearon a la víctima, la subieron en contra de su voluntad a un vehículo y la trasladaron al domicilio de este sujeto.
En dicho lugar, la víctima fue amarrada, golpeada en el rostro y cuerpo hasta provocarle la muerte. Al día siguiente, con la finalidad de hacer desaparecer el cuerpo de la víctima, subieron el cuerpo a un automóvil y se trasladaron hasta una quebrada en la ruta Antakari de Vicuña.
