Su grandeza sobresalía y rompía el esquema tradicional del Puerto de Coquimbo. Desde todos los sectores de la comuna, era posible apreciar al imponente crucero “Prinsedam”, el octavo navío de este tipo que visita el puerto en la temporada y al que Diario El Día tuvo acceso exclusivo para conocer sus instalaciones.

Aproximadamente a las 07:30 de la mañana del pasado miércoles, llegó hasta Coquimbo proveniente de la ciudad de Arica, el imponente crucero finlandés “Prinsedam”, de la marca Holland América, con 835 pasajeros y 443 tripulantes, quienes disfrutaron todo el día de los atractivos de la comuna puerto y la región.

Al llegar al crucero, es imposible no asombrarse por su extensión. La nave de 38.848 toneladas y 204 metros de longitud, esperaba para recorrer sus instalaciones y todas las comodidades que ofrece a sus pasajeros, quienes en su mayoría eran personas de la tercera edad.

El jefe de ingeniería del crucero, Rolf De Groot, fue el encargado de hacer el recorrido por la nave y de contarnos algo más de este lujoso barco.

“Este es un crucero de lujo, pese a ser más pequeño que muchos de los que existen, cuenta con todas las comodidades y servicios para nuestros pasajeros, con una atención casi personalizada, ya que contamos con una tripulación muy numerosa a disposición de todos quienes viajen con nosotros”, señaló De Groot.

Al ingresar al crucero lo primero que llama la atención es la seguridad, existen estrictos protocolos y reglas que deben realizar tanto pasajeros como tripulantes, para ingresar o salir del barco. Luego de ser registrados, accedimos al hall central del crucero, donde se puede apreciar lo amplio que es su interior, ya que cuenta con 12 pisos.

Cada uno de los pisos tiene instalaciones y servicios particulares, algunos destinados a dormitorios, otros a entretención, otros a restaurantes, gimnasio, spa, salón de eventos, todo lo que se necesita para disfrutar de un viaje por 67 días.

“El crucero de divide en secciones, por ejemplo hay pisos donde están los dormitorios, los que están diferenciados por su categoría, Premium o Classic, además de todos los servicios que puedan imaginarse. Tenemos desde Casino de juegos, salón de eventos, spa, gimnasio, restaurantes, piscina, biblioteca e incluso una tienda para que nuestros pasajeros puedan comprar algún regalo”, agregó De Groot.

Diferentes tipos de restaurantes ofrecen una gran variedad de platos, el salón de eventos realiza periódicamente shows musicales, el casino de juegos funciona las 24 horas del día y cada uno de estos servicios cuenta con personal a disposición de las necesidades de los pasajeros.

“Mayormente nuestra tripulación está compuesta por funcionarios europeos, de Holanda y por filipinos, cada uno realiza su labor particular con la finalidad de entregar el mejor servicio a nuestros pasajeros, lo que nos caracteriza es la atención casi personalizada que prestamos, contamos con casi un funcionario por cada 2 viajeros, eso es lo que nos caracteriza”, indicó De Groot.

Este crucero cuenta mayormente con pasajeros mayores de 65 años, quienes eligen estos viajes para disfrutar de un relajo y aprovechar de conocer prácticamente toda sudamerica en un barco que presta todas las atenciones que necesitan, ya que también cuenta con enfermería en casos de emergencia.

A las 18:00 horas en punto, el crucero “Prinsedam” dejó el puerto de Coquimbo con rumbo a Valparaíso, el colosal navío no sólo impresionó a quienes visitaron el puerto, sino también entregó, por algunas horas, una de las postales más hermosas cada vez que una de estas embarcaciones llegan a la zona.

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