“Nos queda la sensación de que todo lo que se ha hecho tanto por parte de la empresa como del Gobierno no ha dado buenos resultados, y eso es lo que nos preocupa. Hoy se están agotando todas las instancias, tenemos conocimiento también de que hay bombas de mayor volumen, esperamos que se pueda acelerar el proceso de extracción de agua y no hablar de años, sino de meses”.

Con estas palabras el secretario del Sindicato de Trabajadores de Cerro Bayo y consejero regional de la provincia de Capitán Carrera, Ariel Keim, se refirió a la tragedia minera de Chile Chico, cerca de un mes desde que dos mineros quedaron atrapados en ella.

-¿Qué expectativas realistas respecto del rescate existen hoy tras el reciente y detallado informe técnico presentado por las autoridades regionales, y en el que se presentan condiciones objetivamente adversas?

Sabemos que la situación es compleja, estamos hablando de un gran volumen de agua, de lodo y agua que tiene un grado de ph 10, que es casi amoníaco, con el efecto corrosivo que puede tener con todo lo que esté abajo, incluyendo por supuesto a nuestros dos compañeros. Conociendo el tema de la minería, sabemos también que lo más probable es que al interior de la mina la presión del agua haya producido colapsos o derrumbes que pueden obstaculizar el acceso incluso del robot sonda. Pero nosotros no hemos hablado de fallecidos, hablamos de desaparecidos. Sabemos que la tendencia es más a un desenlace negativo que positivo, pero seguiremos en esto hasta que no haya resultados concretos.

-¿Es tiempo o no es tiempo de comenzar a debatir acerca de eventuales responsabilidades?

Se dice que no es el momento para establecer responsabilidades, pero nosotros creemos que sí es el momento. Acá la primera responsabilidad estamos claros que recae sobre la empresa. Pero hay algo que nos preocupa como trabajadores, y es que se habla que el agua de la mina no se va a poder sacar. Lo que nos complica es que la empresa ya va en retirada, ellos miran desde el frente cómo se están realizando las maniobras de búsqueda, dicen que sus recursos no son infinitos y que se están agotando. De hecho, en una declaración pública señalan que se acogen a una situación de fuerza mayor liquidando los contratos y sus responsabilidades con los proveedores, las empresas contratistas, y afortunadamente no aún con nosotros que somos sus trabajadores. Pero sí nos preocupa, porque en cualquier momento va a ser un tema la condición laboral de los trabajadores que hoy no están directamente afectados con el accidente. Nosotros presentamos nuestro contrato colectivo para resguardar la estabilidad laboral de nuestros trabajadores asociados a nuestro sindicato, junto con los de nuestros dos compañeros atrapados.

-¿De qué manera vislumbras el escenario laboral en Chile Chico, como eventual impacto agregado respecto del futuro que pudiere tener la mina?

Aproximadamente el 80 % de los trabajadores de Cerro Bayo son de Chile Chico, y en ese sentido claro que preocupa cómo sería la reinserción laboral de los compañeros, porque el nivel de endeudamiento producto de las rentas se vería afectado en caso de percibir menores remuneraciones en otras actividades. De todas formas, nosotros creemos que para que la mina vuelva a operar tiene que corroborarse que lo que ocurrió no pase en ninguna de sus otras dos minas, que también tienen desarrollo bajo la Laguna Verde, bajo esta gran fuente de agua, porque como trabajadores nos queda la duda lógica que no vuelva a ocurrir. Lo más probable es que deba haber una reevaluación de ambos yacimientos mineros para ver si es o no rentable, en razón de la seguridad, generar producción. Lo que sí tenemos claros los trabajadores y las familias es que no queremos que las minas se transformen en tumbas. Se los hemos dicho a la empresa de manera clara y responsable.

-Como consejero regional de la provincia de Capitán Carrera, ¿qué acciones has promovido o promoverás para ir en ayuda de esta situación en Chile Chico?

Hemos estado pendientes para liberar recursos que generen opciones de empleo y tratando además de acelerar algunos programas emblemáticos en la comuna, como la pavimentación, de manera de ir adelantando algunos posibles escenarios. No generar empleos mínimos, sino infraestructura que promueva trabajos y mano de obra calificada, y en conjunto con la Gobernación ver opciones de nivelación de estudios, para luego hacer alguna capacitación y abrir nuevas opciones laborales.