El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Coyhaique condenó este jueves a Héctor Astorga a la pena de 2 años de presidio, con el beneficio de la libertad vigilada intensiva, tras el delito de abuso sexual contra menor, ilícito perpetrado en octubre del 2014 en Puerto Aysén.

En fallo judicial ordenó al imputado además, al cumplimiento de un programa de actividades orientado a su reinserción social en el ámbito personal, comunitario y laboral, a través de una intervención individualizada, por el plazo de dos años.

Las condiciones que deberá cumplir el sentenciado durante la libertad vigilada intensiva, son:

a) Residencia en un lugar determinado, el que podrá ser propuesto por el condenado, la que podrá ser modificada en casos calificados por el tribunal, previo informe del delegado respectivo.

b) Sujeción a la vigilancia y orientación permanente de un delegado por el plazo de la pena sustitutiva, debiendo el condenado cumplir todas las normas de conducta y las instrucciones que aquél imparta respecto de educación, trabajo, morada, cuidado del núcleo familiar, empleo del tiempo libre, y cualquiera otra que sea pertinente para una eficaz intervención individualizada.

c) Ejercicio de una profesión o empleo.

d) Prohibición de aproximarse a la víctima y de comunicarse con ésta.

Asimismo, una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas a Astorga para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.

Decisión adoptada con el voto en contra del magistrado Rolando del Río, quien estuvo por absolver al acusado, porque según su parecer, las prueba aportadas no permiten concluir, más allá de toda duda razonable, la existencia del hecho.

Antecedentes

La investigación desarrollada por Fiscalia en tanto, dio por acreditado que el 6 de octubre de 2014, Héctor Astorga Palavecino concurrió a la casa de la víctima de iniciales C.A.C.R. de 11 de años, en ese entonces la ciudad de Puerto Aysén.

En dicho lugar, alrededor de las 22:00 a 22:45 horas, el condenado subió al segundo piso de la vivienda para despedirse. Aprovechando que en ese momento la menor se encontraba sentada en su cama, manipulando un teléfono móvil, procedió a realizar el abuso.