Chile es un país conocido por su diversidad paisajística e innumerables lugares por descubrir. En los últimos años, el turismo ha pasado a ser un eje priorizado de desarrollo sustentable del país. Sin embargo, a lo largo de su territorio existen comunas que, dada su escasa población y dificultades de accesibilidad, no han sido capaces de posicionarse entre los destinos de mayor jerarquía nacional, acorde a las condiciones de recursos turísticos con que cuentan.

Considerando esta situación, en enero del 2014, el Programa de Competitividad Turística de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad Tecnológica Metropolitana, atendió a estas necesidades a través del Proyecto NODO de CORFO, desarrollando productos turísticos de intereses especiales para las comunas de Tortel y O’Higgins, ubicadas en la provincia Capitán Prat, en la región de Aysén, iniciativa que fue financiada por CORFO de esa zona.

Tras dos años de trabajo, la Directora del Programa, Mafilda Sandoval Hormazábal, explicó que el proyecto permitió “investigar cómo abrir el mercado de la zona, identificando las brechas existentes. Entre las más sustanciales estaba cómo mejorar la imagen de los lugares, cómo los habitantes se veían y los veían desde afuera, y qué necesitaban para mejorar ese aspecto. La propuesta incluyó el trabajo con Diseño en Comunicación Visual y Diseño Industrial, abarcando desde destalles mínimos hasta la imagen comunal. Se realizó una propuesta que iba desde hacer muebles con maderas nobles de la zona, llegando a las discusiones de cómo hacer turismo, cómo hacer soberanía a través de una actividad productiva”.

Para desarrollar el proyecto se realizó un convenio con ambos municipios, donde se invitó a docentes, alumnos y ex alumnos a ser parte del mismo. “Incorporamos a los agentes que están directamente relacionados con el quehacer propio de la carrera de Ingeniería en Gestión Turística que imparte la Universidad”, indicó la encargada.

La importancia de este trabajo radica en que tras su ejecución, a partir de los resultados obtenidos, desde la UTEM generaron otras propuestas en el área, como fue el NODO para la Región Metropolitana: “Turismo de Calidad”.

Mafilda Sandoval Hormazábal, quien además es académica y jefa de carrera de Ingeniería en Gestión Turística, explicó que el gran valor agregado de este tipo de intervenciones es la sensibilización social que se consigue al rescatar las problemáticas que tienen las comunidades, llevándolas a la universidad para presentarla a estudiantes y docentes, quienes podrán generar una solución.

“Es importante que la comunidad local empiece a identificar a la universidad como una entidad cercana a solucionar sus problemas”, enfatizó.

Otro aspecto a destacar ha sido que los diferentes proyectos que se han ejecutado, o se están ejecutando, incorporan a las diferentes disciplinas que se enseñan al interior de la UTEM. “El turismo es una actividad transversal donde puedes ir incorporando las diferentes carreras en lo que están haciendo”, aseguró la académica.

Fiel a esta idea, el Programa de Competitividad Turística de la UTEM sigue desarrollando y planificando nuevos proyectos en los que las capacidades de los académicos y estudiantes de diversas unidades universitarias se ponen al servicio de comunidades que aspiran a desarrollar un turismo sustentable.