Con la elaboración de un intenso plan de acciones que considera intercambio de información y operativos conjuntos transfronterizos, concluyó ayer lunes la primera reunión del Grupo de Trabajo Bilateral Chile-Perú de lucha contra el contrabando.

La cita respondió al compromiso suscrito en noviembre del año pasado por los presidentes Sebastián Piñera y Martín Vizcarra en la denominada Declaración de Santiago.

El grupo tuvo su primera jornada de trabajo en el Complejo Fronterizo de Santa Rosa, en la que participaron 36 representantes de los servicios aduaneros, policiales, judiciales, sanitarios, agrícolas y ministeriales de ligados al control fronterizo de ambos países.

Entre los compromisos adquiridos destaca el intercambio de información entre las Aduanas de Arica y Tacna para generar alertas tempranas relacionadas con riesgos asociados al contrabando, así como también analizar la trazabilidad de las mercancías que salen e ingresan de las zonas francas de ambos países.

Otra de las acciones que se fortalecerán dice relación con el control fronterizo a materias relacionadas con la propiedad intelectual, incentivando por un lado la cultura del respeto y por otro la coordinación de operativos de control tanto en zonas primarias como secundarias.

Los compromisos también fijaron mecanismos para fortalecer el control al tránsito del dinero transfronterizo y para ello se planificarán operativos binacionales para verificar el ingreso y salida de dinero en efectivo y títulos de valores, tanto en zonas primarias como en pasos no habilitados y recintos aledaños a los complejos fronterizos.

Alrespecto, el director de la Oficina de Relaciones Exteriores en Tacna, Alberto Massa Murazzi, señaló que dicha ciudad y Arica son un buen ejemplo de complementación e interdependencia que se desarrolla en distintos campos, como el comercial y turístico, constituyendo una fortaleza de las relaciones bilaterales.

Sin embargo, esas mismas dinámicas fronterizas generan también desafíos conjuntos, “como el contrabando, que distorsiona los esfuerzos que hace la gente honesta y trabajadora por mantener un comercio bilateral activo y sano”.

El diplomático agregó que si bien la frontera entre Chile y Perú sólo tiene 168 kilómetros y no es tan extensa como los límites que tienen con Bolivia o Brasil, es una frontera muy activa por el alto flujo de pasajeros y carga.

El cónsul general de Chile en Tacna, Gustavo Díaz, destacó el trabajo conjunto que da cuenta del buen pie en el que se encuentran las relaciones de ambos países.

Agregó que el fenómeno del contrabando responde a un tipo de crimen trasnacional que amenaza la producción y la legislación de ambos países. “Queremos una frontera segura y esto es una muestra más del avance de nuestra integración real. El contrabando transgrede las leyes que regulan la economía y es necesario enfrentarlo en conjunto”, dijo.