La pena más alta por delitos sexuales registrada en la región de Arica y Parinacota logró la Fiscalía local, tras obtener dos penas que suman 27 años de cárcel efectiva contra un individuo como autor de los delitos de violación y abuso sexual reiterado, cometidos contra su hija, desde que ella tenía 8 años de edad.

Tras presentar diversas pruebas en el juicio oral, el ente persecutor logró que se dictara una pena de 17 años por violación y otra de 10 años por abuso sexual, en el marco de una investigación dirigida por la fiscal Jocelyn Castillo, quien trabajó junto a funcionarios de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores de la PDI.

Debido a su rol constitucional de proteger a quienes han sido víctimas o testigos de un delito, especialmente de menores víctimas de delitos sexuales que tengan relación de parentesco, la Fiscalía no identificó al acusado, a fin de evitar que esa información permita identificar a la víctima.

De acuerdo a los antecedentes expuestos en el juicio oral, los hechos comenzaron a registrarse desde el año 2013, cuando el acusado se encontraba solo con su hija al interior de su domicilio. En ese contexto, el individuo abusó varias veces de la menor, efectuándole tocamientos de carácter sexual, para posteriormente violarla en reiteradas oportunidades hasta el año 2018.

Los hechos quedaron al descubierto luego que la menor relatara lo sucedido a una madre, registrándose la denuncia e iniciándose la investigación correspondiente.

“Mediante la prueba de cargo se logró probar el daño orgánico permanente y psicológico grave de la menor víctima. El acusado aprovechó la confianza generada por su lazo de parentesco para cometer los delitos, vulnerando los espacios más íntimos de la víctima”, detalló Castillo.