La Fiscalía de Arica consiguió ayer martes condenar a tres gendarmes, dos de ellos en calidad de autores del delito de apremios ilegítimos y el tercero por abuso contra particulares, tras agredir y provocarle lesiones de diversas consideración a un interno de la cárcel de Acha, quiense encontraba reducido tras sostener una riña con otro recluso.

Tras presentar una serie de pruebas, tanto testimonial y pericial, se dictó sentencia contra Luis Riffo Michel y Víctor Vivar Sarria por apremios ilegítimos, mientras que Rodrigo Torres Muñoz fue condenado por abuso contra particulares, en el marco de una investigación dirigida por el fiscal con especialidad en Derechos Humanos, Elías Gutiérrez, quien trabajó junto a la Brigada de Homicidios de la PDI.

De acuerdo a los antecedentes revelados en el juicio oral, el hecho se registró cerca de las 15:30 horas del 15 de enero de 2017, luego que dos internos del complejo penitenciario protagonizaran una pelea al interior del módulo A-4, resultando uno de ellos con una herida corto punzante en su estómago.

Tras ello, el entonces sargento Riffo registró al autor de la lesión, incautándole un arma blanca; sin embargo y pese a que este último interno se encontraba reducido, lo arrojó al suelo boca abajo para luego darlo vuelta y sentarse sobre su tórax, cargando sus rodillas sobre sus brazos y propinándole golpes de puño en su rostro y cabeza hasta que la víctima perdió el conocimiento.

Posteriormente, y luego de trasladar al afectado con las manos esposadas a la espalda hasta el hall del primer piso, el subteniente Vivar Barría procedió a levantarle la polera, observando ambos funcionarios las lesiones en su cuerpo. Pese a ello, Riffo continuó golpeándolo con sus pies y puños, sin que el oficial interviniera para detener la agresión.

Posteriormente, de acuerdo a la investigación, Riffo tomó un cuchillo y de manera violenta comenzó a cortarle el cabello al interno, rociándole gas en el rostro. Luego, el sargento Torres Muñoz aprovechó que la víctima estaba reducida en el suelo, propinándole un fuerte golpe de pie para luego sacarlo del módulo.

El interno resultó con contusión costal y observación de fractura. En tanto, se estableció que no se dio cuenta de lo sucedido a la jefatura del penal, dejando solo una constancia en el libro de novedades de la agresión hacia el otro interno y una supuesta agresión de la víctima.

“Todo lo anterior fue advertido al día siguiente por el jefe del complejo penitenciario, luego de efectuar una revisión de las cámaras de seguridad y en cuya grabación quedó registrada parte de la agresión hacia el interno”, expresó el fiscal Elías Gutiérrez.

Riffo Michel fue condenado a una pena efectiva de 3 años y un día de presidio, mientras que Vivar Sarria y Torres Muñoz recibieron una sentencia de 541 y 61 días de pena remitida, respectivamente.