A 30 minutos al sureste de la capital de la región de Antofagasta, específicamente en territorio utilizado por el Ejército de Chile para sus diversos ejercicios (Portezuelo), la Comisión de Material de las Fuerzas Armadas y Carabineros efectuaron la segunda destrucción de explosivos de este 2018, detonando dos toneladas de “plasma”, material utilizado en labores mineras.

Al recinto arribó el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli y el director general de Movilización Nacional, general de brigada Jorge Morales. Al mismo tiempo contó con la presencia de diversas autoridades gubernamentales y militares, quienes fueron testigos de los elementos eliminados, los cuales fueron adquiridos por empresas locales y simplemente no fueron utilizados.

Pero eso no es todo. Se espera que en el trascurso de las semanas, 15 toneladas más sean detonadas en el mismo recinto. Esto con el objetivo principal de evitar la mala utilización de explosivos, que lamentablemente han causado heridos y muertes.

Sobre este importante tema, el subsecretario para las Fuerzas Armadas, Juan Francisco Galli, fue enfático en señalar que el Estado de Chile se hace responsable por estos elementos que, muchas veces y por diferentes razones, las empresas desechan o dejan de ser útiles.

Al mismo tiempo, la autoridad indicó que por acuerdos internacionales, se deben destruir los explosivos que no son utilizados y son desmilitarizados, principalmente en la región de Antofagasta, ya que en varias oportunidades estos explosivos han sido utilizados de forma inapropiada.

Detonación de explosivos en región de Antofagasta
Detonación de explosivos en región de Antofagasta

Por su parte, el general de brigada Jorge Morales agregó que se eligió la comuna de Antofagasta porque en esta localidad del país están los profesionales idóneos para llevar a cabo un procedimiento de estas características, considerando también que se realizó en un sector alejado al radio urbano.

No hay que olvidar que el proceso de preparación y detonación fue realizado por la Fábrica y Maestranza del Ejército de Chile (Famae). Además, el material estaba almacenado en el Regimiento Logístico del Ejército N°2 Arsenales de Guerra (cuartel N°2 Batuco), bajo estrictas medidas de seguridad.

La tecnología plasma se comenzó a utilizar en Chile desde 2008, principalmente en el mercado de obras civiles, con una capacidad de fractura de volumen (m3) bastante reducido.