La Policía de Investigaciones (PDI) detuvo en Calama a una mujer por el delito de parricidio, tras una orden emanada desde Ministerio Público.

La detenida, de iniciales Y.L.Q.R., estaba en libertad pese a haber matado a su bebé de dos meses en 2014. En aquella oportunidad aseguró que su otro hijo, de un año, lo había golpeado con un objeto y que eso le había provocado la muerte.

Mediante un comunicado, la PDI detalló que el día en que ocurrieron los hechos la mujer salió de su casa gritando y pidiendo ayuda: como el lactante no tenía signos vitales pidió que la llevaran junto a él hasta un recinto asistencial.

Minutos después, personal médico constató el deceso. La madre reiteró que el golpe que recibió el bebé provino de su hermano de un año. Con ese relato evadió su responsabilidad durante cuatro años.

Sin embargo, el caso se mantuvo en estudio durante todo el tiempo.

Finalmente, la recolección de antecedentes, declaraciones de testigos y diversos peritajes indicaron que “la única persona capaz de ejercer la fuerza necesaria para ocasionar lesiones que dieron muerte al menor y que, además provocaron lesiones a su hermano, era la mujer”.