Un diagnóstico no muy optimista de las reformas promulgadas o que promueve el Ejecutivo es el que se evidencia en los resultados de la encuesta semanal Plaza Pública Cadem.

En el estudio 129 de la encuesta, un 37% cree que lo mejor es retirar las reformas para presentarlas en nuevos proyectos. A esto se suma un 25% que estima que las modificaciones deben ser moderadas “para evitar efectos en la economía y el empleo”.

Desde la otra parte, un 30% señala que las reformas deben ser profundizadas “porque han sido insuficientes”, y solo un 5% cree que deben ser mantenidas tal como están.

Sobre la evaluación individual de las reformas, las modificaciones al sistema tributario siguen sin lograr mayores avances en su visto bueno. La aprobación alcanza el 22%, apenas un punto porcentual por encima de la cifra más baja que ha logrado durante la actual administración. Los que están en desacuerdo llegaron al 58%.

La reforma educacional experimentó un ligero alivio en comparación con la semana anterior. La aprobación aumentó cuatro puntos porcentuales y llegó al 25%, y la misma variación pero a la baja sufrió la cifra de quienes están en desacuerdo, pasando de un 71% a un 67%.

Por otro lado, y sin evidenciar variaciones significativas respecto a la semana anterior, la desaprobación a la reforma laboral llega al 60%, y la aprobación a un 21%.

En cuanto a la gestión del Gobierno en su conjunto, la desaprobación anotó un 69%, y la aprobación marcó 21%. El gabinete ministerial cuenta con un 73% de desaprobación, y si bien esta última cifra es 5 puntos porcentuales más baja que el máximo que ha alcanzado en este ítem, lleva más de 4 meses sin poder descender de la barrera del 70%.

Por último, los que se muestran en desacuerdo con el programa de Gobierno de la mandataria cifran 65%, en comparación con el 26% de los encuestados que señalan estar de acuerdo.