La pequeña Emilia, de 4 años, falleció hace 25 días en el Hospital de Emergencia en Curicó, a sólo diez minutos de salir de pabellón tras una operación por sus amígdalas.

Producto del deceso y posterior a los funerales de la menor, la Fiscalía ordenó la exhumación de sus restos, para realizar los peritajes pertinentes que pudieran esclarecer las causas de muerte.

Tras una serie de estudios que se llevaron a cabo en el Servicio Médico Legal (SML) de Santiago, el cuerpo de la pequeña, Emilia Mella Tolorza, fue nuevamente entregado a su familia y trasladado al Cementerio Parroquial de Santa Cruz.

Según el fiscal Miguel Gajardo los exámenes realizados tienen como objetivo establecer los medicamentos y las dosis que fueron suministradas a la niña, durante la cirugía del pasado 10 de junio encabezada por el médico Francisco Javier Martínez.

Agregó que los datos que surjan serán contrastados con los antecedentes de la ficha médica, de cara a establecer supuestas responsabilidades en el desenlace fatal que presentó la menor.

Se trata, indicó Gajardo, de exámenes relacionados al área toxicológica, que consideraron algunos órganos del cuerpo de la menor, incluyendo de paso la extracción de muestras de sangre.

Labor que fue llevada a cabo por la perito forense Vivian Bustos. La misma doctora cuyos servicios fueron requeridos para el denominado “Caso Ángel”, ocurrido en la ciudad de Molina.

La idea, recalcó el persecutor, es poder establecer si los medicamentos que fueron suministrados, como asimismo las cantidades, influenciaron o no en el fatídico desenlace.

Cabe constatar, que el fiscal de la causa ya tomó declaración a todas las personas que participaron, tanto en la propia cirugía como en la fase postoperatoria.

Por su parte, como medida interna, el hospital de Curicó determinó suspender el convenio que sostenía con el médico Francisco Javier Martínez, por lo que el profesional está imposibilitado de ejercer labores en dicho recinto asistencial.