A casi dos décadas de la desaparición y muerte de Jorge Matute Johns, el caso está lejos de escaparse de la memoria colectiva.

Con las policías confrontadas, bajo una intensa presión política por lograr resultados y con la ciudadanía a la espera de tener noticias sobre “Coke”, el caso terminó enredándose y por varios años sin luces de llegar a un final.

La ministra Carola Rivas es quien conduce ahora la investigación, que anteriormente dirigieron otros tres jueces. Ella fue la que ordenó la detención del exguardia de la discoteca “La Cucaracha”, Cristian Montes y su pareja Cherie Ruiz, lo que reactivó la atención pública.

Luis Yáñez es periodista y por varios años cubrió el caso, siendo uno de los comunicadores penquistas que más propiedad tiene al hablar del asunto. Si bien consideró que es un hecho notable las dos detenciones cursadas, en conversación con BioBioChile prefiere no ser taxativo sobre el futuro de esta investigación.

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No apuesto al fin del caso, en eso soy categórico. Son muchas aristas que hay que resolver. No tengo claridad respecto a los antecedentes que maneja la ministra Carola Rivas, pero con el conocimiento que tengo de los expedientes de esos años, está siguiendo la hipótesis del mayor Ovalle”, afirma.

Se refiere al mayor en retiro de Carabineros Andrés Ovalle. En ese entonces, la policía uniformada seguía la línea de que el dueño de “La Cucaracha”, Bruno Betanzo, su pareja de ese entonces Carmen Sereño y Cristian Montes estaban implicados. Se apuntaba a que Jorge Matute habría sido agredido por el guardia tras intentar tener un acercamiento con Sereño y “se le habría pasado la mano“, según Yáñez.

La otra línea era la de Policía de Investigaciones. El equipo, a cargo del comisario Héctor Arenas, apostaba a que “Coke” fue golpeado en el estacionamiento de la discoteca y que sus agresores se habrían excedido, haciéndolo desaparecer posteriormente.

Mapa: La huella del caso Matute

Debido a que las dos policías trabajaron por separado y también por otras teorías que rondaban la fantasía, el caso se enmarañó, a juicio de Yáñez: “Las policías defendían sus teorías en forma muy entusiasmada, cada uno decía que tenía la verdad. Había una teoría de que lo tenían secuestrado, que lo tenían en una parcela de Los Ángeles por un mes y después lo habrían asesinado. También dijeron estaba metida la mafia rusa, considerando que Jorge Matute Johns habría salido con una rusa esa noche y que había un tema de drogas”.

La lógica, añade, era seguir la teoría más simple: una agresión que se excedió. Pero esto aún debe ser probado. “Como en su momento no se pudieron comprobar esas cosas, la ministra Rivas tiene la obligación de comprobarlas para que esto pueda hacerse patente y dictar sentencia. De otra manera, volveriamos a fojas cero”.

Pero no todo es un pronóstico pesimista para el periodista Luis Yáñez, ya que los avances tecnológicos han ayudado.

“Con el paso del tiempo, ya vamos para las dos décadas del caso, se ha hecho un bien al caso en el sentido de que la tecnología ha permitido abrir nuevas aristas, en relación al uso de barbitúricos, y está dando algunas luces respecto a las responsabilidades del caso. Pero con todo lo que ha pasado, esperemos que le dé tranquilidad a la familia que ha luchado por tantos años por saber la verdad”. sentencia.