Se había logrado un preacuerdo entre apoderados, dirección y municipalidad. Ésto, ya que la dirigenta del Centro de Alumnos manifestó asumir responsabilidades frente a destrozos y robos, por lo que se desistió de la acción legal contra las estudiantes involucradas.

Sin embargo, las estudiantes volvieron a tomarse el recinto, lo que regresó a cero el diálogo y abrió nuevamente la posibilidad de judicializar la situación. Así lo sentenció el director subrogante del DAEM penquista, Jorge Riffo.

Los daños iniciales de la cuestionada toma del recinto, se cuantificaron en 1.500.000 de pesos, eso sin incluir las puertas patrimoniales, que tendrán que someterse al examen de alguien que trabaje en restauración en madera chilena, lo que encarece los costos.

Otra consecuencia de las reiteradas ocupaciones, es el retiro de casi 30 alumnas en las últimas semanas, en un contexto de toma, con desalojo ya solicitado.