Trabajadores municipales de la comuna de Talcahuano denuncian que están quedando sin previsión de salud por el no pago de sus cotizaciones previsionales, producto de la crisis financiera que afecta a la casa edilicia.
Según dijo el mismo alcalde a Radio Bío Bío, el déficit en los departamentos de Educación y Salud, llega a los $25.000 millones de pesos.
De hecho, enfatizó que lo que ocurre en educación, es “sólo la punta del iceberg”, lo que da cuenta de la magnitud de la crisis que envuelve a la comuna en materia económica.
“No tenemos derecho a enfermarnos”
Los profesores de la comuna llevan tiempo exigiendo un administrado provisional en Talcahuano.
Fernando Burgos, docente del Liceo Polivalente Las Salinas y Comercial de Talcahuano, dijo previamente a La Radio que “ya no tenemos derecho a enfermarnos, porque no tenemos Fonasa pagado, no podemos comprar bonos, no tenemos Isapre, no nos cubren, ya nos rechazaron y la verdad es que eso nos complica harto en el aspecto familiar. Detrás de cada trabajador de la educación en Talcahuano hay familias”.
La mañana de este martes, a través de un video publicado en el perfil de Instagram, Colegio Profes Talcahuano, sumaron más testimonios de docentes que se han visto vulnerados en materia de salud frente a esta situación.
Y es que no es solo el no pago de cotizaciones, también involucra la desvinculación de seguros y créditos que ya han sido descontados por planilla, pero que aún no han depositado.
El primer testimonio dice “el no pago de mis cotizaciones me ha impedido escoger libremente un sistema de salud que responda a las necesidades de mi familia, a pesar de que estas se ven reflejadas en los descuentos en las planillas de pago”.
Andrea, otra profesional de la educación de la comuna, dijo que “uno de los problemas más grandes, es que estoy a 20 días de que me saquen de mi sistema de salud”.
“Muchos de nosotros hemos sido desvinculados de nuestros seguros complementarios por no pago”, “aun siendo que han sido descontados de nuestras planillas”, enfatizaron otras dos profesionales.
Finalmente, Olivia, profesora de Educación General Básica, con una especie de “tumba” en mano, que dice “Aquí yacen mis imposiciones”, manifestó que “me he encontrado con la triste noticia de que mis imposiciones están guardadas”.
Otros casos más graves apuntan a profesionales que tienen que sacar dinero de su propio bolsillo para pagarse las cotizaciones o seguros complementarios, mientras que otros han tenido que llegar a urgencias por temas de salud, donde recién se han enterado de que están sin previsión.