El alto quórum de 2/3 establecido para insistir en la aprobación de normas vetadas por el ejecutivo, evitó que una serie de demandas del Colegio de Profesores que se incluyeron en el proyecto de titularidad docente se concretaran, pese a que los senadores rechazaron el veto presidencial.

De esta manera, el gobierno logró evitar que los planteamientos del gremio se materializaran, pese a no contar con los votos para aprobar el veto, teniendo ahora que promulgar sólo aquellos puntos que no objetó.

El presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, responsabilizó a los parlamentarios de derecha por la votación.

Los puntos que fueron vetados de la moción parlamentaria establecían vacaciones de invierno, capacitaciones certificadas por el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas, CPEIP; solución para docentes mal encasillados y permitir que docentes con 3 evaluaciones básicas consecutivas se mantenga en el sistema.

El ministro de Educación, Raúl Figueroa, señaló que el único objetivo del veto era garantizar un mínimo de calidad para el sistema público.

El senador socialista, Carlos Montes, señaló que este problema surge porque los municipios no hacen los concursos cuándo y cómo corresponde, obligando a los diputados a presentan este proyecto de titularidad docente, apuntando a la inacción que han tenido las autoridades del Ministerio de Educación con el sistema público.

Finalmente, lo que hizo la moción parlamentaria fue renovar la vigencia de la ley original de titularidad docente del año 1999, permitiendo pasar a esta condición a todos los profesores que se encuentren a contrata por más de tres años continuos o cuatro años discontinuos en un mismo municipio, corporación de educación municipal o servicio local de educación al 31 de Julio de 2021.