Durante la tarde de este jueves la abanderada presidencial del Partido Socialista, Paula Narváez, se refirió a la situación política de su partido de cara a los comicios de noviembre.

Las declaraciones fueron realizadas luego de sostener un almuerzo con ambas bancadas del Partido Socialista, tanto senadores como diputados, por cerca de 90 minutos.

“He venido hoy al Congreso a reunirme con las bancadas de senadores y diputados del Partido Socialista. Tenemos una reunión de trabajo justamente para proyectar esta nueva etapa que se inicia en la carrera presidencial, una nueva etapa que tiene principalmente un despliegue territorial por todo el país”, fueron parte de sus palabras.

En la instancia criticó la falta de acuerdos que hubo durante la jornada del martes y miércoles respecto a primarias.

Consultada al respecto, indicó: “Como fue de público conocimiento, recibí el respaldo del Partido Liberal, del nuevo trato, y de el Partido Por la Democracia, y en horas de la tarde, cuando el presidente del Partido Socialista se acercó a hacer las gestiones que correspondían para poder inscribir el pacto. Se le planteó, se le notificó que había un veto a los partidos que me estaban apoyando como candidatura”.

“He tenido una única postura durante todo este tiempo y esa postura ha sido construir la unidad se trata hoy de una exigencia para lo que el país necesita, para lo que el país reclama, para lo que el país exige, porque los desafíos políticos que tenemos exigen de esa unidad”, sostuvo.

De igual forma, indicó que al ser ella la candidata, ella da “las garantías exactas de que yo no permito vetos, pero además esto lo planteó el Partido Socialista también previamente, y porque además en las conversaciones que se sostuvieron durante las últimas horas, durante el día de ayer, y en días previos, era justamente que no se podían aceptar exclusiones”.

Al ser consultada sobre una posible primaria con Yasna Provoste (DC), la presidenta del senado y eventual carta de la falange, dijo no descartar la propuesta.

La candidata criticó la falta de mujeres, señalando que “sin mujeres no hay democracia”, producto a que los seis precandidatos inscritos son hombres, cuatro del oficialismo, uno del Partido Comunista y el último de Convergencia Social (Frente Amplio).