La familia chilena compuesta por Carla Banfi, Mauricio Díaz y su hija Leonor, de tres años, lleva varias semanas varada en Santiago tras un viaje desde Reino Unido para pasar Navidad en familia.

El clan dejó ese país el 5 de diciembre, pero desde el 15 de febrero que Downing Street impuso que todos los viajeros que quieran regresar, particularmente desde América del Sur, deben aislarse durante diez días en un hotel costeado por ellos mismos.

El valor de la estadía es fijo: $1.763.163, dinero que para ellos es difícil de llegar y desembolsar.

A eso se suma el arriendo de la casa que tienen en Londres, cercano a los $2 millones, lo que se sigue cobrando junto a todas las cuentas típicas que conlleva un hogar.

“Imposible pagar”

Banfi contó su historia a la BBC. Desde septiembre de 2018 que viven en la capital británica ya que su marido estudia allí.

Una vez al año tratan de viajar a Chile para ver a sus familias y amigos y esta vez “era particularmente especial porque mi papá murió en abril de 2020 de un derrame cerebral”, comentó.

“Programamos el viaje sabiendo que puedo trabajar desde casa y mi marido puede seguir con sus estudios. Dijimos ‘ya, quedémonos un par de meses’, pero luego vino todo el tema del confinamiento en Londres y nos cancelaron el vuelo de vuelta”, añadió.

Con esta determinación del gobierno de Boris Johnson, a la familia se le hace “prácticamente imposible pagar”, por lo cual no pueden volver al Reino Unido.

“A Londres no nos podemos ir directamente porque no podemos asumir el costo”, reiteró.

A juicio de Banfi, lo de la cuarentena obligatoria en hotel con cargo al viajero “es una locura” y destacó que al menos en Chile existan residencias sanitarias costeadas por el Estado, pese al fuerte componente liberal de nuestro país.

“Mi percepción de esto es que a uno le imponen una multa y una pena de cárcel por no haber hecho nada”, lamentó.

“¿Qué voy a hacer con mi hija diez días encerrada sin sus cosas, sus juguetes? Imagínate si me cuesta trabajar acá teniendo que cuidar de ella no quiero imaginar encerrada en una pieza de hotel”, inquirió Banfi.