Oposición y oficialismo se abren a avanzar hacia una renta básica universal con cargo al Estado, como propusieron en el gran empresariado, para reemplazar los demás subsidios vigentes. El requisito que plantea el bloque opositor, sin embargo, es que el aporte sea universal, más allá del ingreso de cada beneficiario.

El presidente de la CPC, Juan Sutil, en medio de la última versión de Enade, planteó que quizás es momento de discutir un ingreso mínimo garantizado que sea progresivo y venga a sustituir otras ayudas del Estado, que no siempre llegan a las personas y logran ser efectivas. Sus dichos, más tarde, hallaron eco en el ámbito político.

Por ejemplo, el diputado UDI Patricio Melero, en la comisión de Hacienda de la Cámara, consideró que vale la pena estudiar la propuesta con el fin de lograr una cobertura más eficiente.

“Avanzar en una concentración de los subsidios unificados para garantizar un mejor ingreso me parece una idea positiva. Muchas veces nos enfrentamos a que hay personas que quedan fuera porque no tienen el puntaje en la ficha familia, o porque tienen un determinado patrimonio, o porque tienen problemas de caja, en fin, fijar criterios comunes y centrar el esfuerzo del Estado me parece una idea digna de explorarse y estudiarse en profundidad”, sostuvo.

En la oposición, sin embargo, el socialista Marcelo Schilling pidió precisar cuál es el foco de dicho aporte: “Si él está refiriendo el ingreso básico universal exclusivamente a quienes tienen trabajo y como los empresarios les pagan poco, el Fisco tiene que suplementar para llegar a ese ingreso mínimo garantizado, es una cosa. Hablar de una renta básica universal, mantener a todas las familias que sus miembros están siendo expulsados del mercado de trabajo, es otra cosa”.

Misma discusión se da en el análisis de los expertos, donde Fernando Carmona, economista de la Fundación Instituto de Estudios Laborales, respalda la idea de una renta básica siempre que sea universal y no contingente a los ingresos.

“El impacto que tienen las transferencias en la distribución de la riqueza es bastante pequeña o menor. Lo que uno debiera pensar es, con un salario mínimo, universal de un cierto monto, que puede ser la línea de la pobreza para una familia de cuatro personas, y desde ahí pensar en una renta básica universal para todos aquellos que no estén trabajando”, opinó.

En contraparte, el economista de Libertad y Desarrollo, Felipe Berger, consideró que no sería fiscalmente responsable comprometer un gasto permanente en sectores con ingresos formales y constantes.

“Cuando uno hace segmentación por estratos sociales la idea es que los subsidios y las ayudas vayan en ayuda de las personas que se encuentran en desmedro en su condición económica. Hay que hacer un trabajo más exhaustivo para actualizar esas bases (…) y generar un mayor grado de cobertura”, declaró.

Según los organismos que han planteado la idea de una renta básica temporal, un aporte de en torno a $400 mil a 1.700 hogares por solo cuatro meses, tendría un costo fiscal de 3.600 millones de dólares.

Actualmente, el subsidio al Ingreso Mínimo Garantizado en Chile complementa con hasta 59 mil pesos el salario de todos quienes perciben menos de 300 mil pesos líquidos.