La semana pasada la Universidad de Chile dio a conocer la encuesta termómetro social, donde un 60% de los padres creen que sus hijos han aprendido un poco o nada durante la pandemia, pero sólo un 14,6% está dispuesto a enviarlos al colegio cuando reabran.

Paradoja, que para el director del Observatorio de Políticas educativas de Chile, Rodrigo Cornejo, se explica porque las autoridades no hicieron un trabajo adecuado para preparar , diseñar e instalar el mecanismo de enseñanza a distancia.

Cornejo señaló que el conflicto por el retorno a clases presenciales radica en la desconfianza que existe hacia el Gobierno y la forma en cómo ha manejado la crisis el ministro Raúl Figueroa, asegurando que detrás de la obsesión del regreso a clases, estaría el lobby de los dueños de colegios privados.

El director del centro de la Universidad Católica para la transformación Educativa, Ernesto Treviño, es normal que los apoderados piensen que sus hijos han aprendido poco o nada, pues la autoridad sólo ha impulsado el retorno a clases presenciales, llegando con medidas tardías.