Soumya Swaminathan, la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró este miércoles que la vacuna para COVID-19 no estaría disponible de forma masiva sino hasta 2022. Al respecto, el ministro de Salud, Enrique Paris, dijo no creer “que recién tengamos vacuna en el año 2022″ y tachó los dichos como una alarma.

Fue Swaminathan quien declaró: “Muchos piensan que a principios del próximo año llegará una panacea que lo resuelva todo, pero no va a ser así. Hay un largo proceso de evaluación, licencias, fabricación y distribución (…) Es la primera vez en la historia que necesitamos miles de millones de dosis de una vacuna”.

Lo anterior, luego de que las alarmas se prendieran tras el anuncio de que la vacuna contra COVID que desarrolla la Universidad de Oxford con el laboratorio AstraZeneca detuvo sus ensayos por la sospecha de una reacción adversa grave que se identificó en uno de los voluntarios de Reino Unido.

Dicha vacuna se encuentra en fase III y ha sido apuntada como unas de las más efectivas que se encuentran en desarrollo.

En ese contexto, el laboratorio AstraZeneca aseguró en un comunicado que el “proceso de revisión estándar de la compañía provocó una pausa en la vacunación para permitir la revisión de los datos de seguridad”.

Al respecto se refirió este miércoles el ministro de Salud, Enrique Paris, quien fue consultado sobre la vacuna de la Universidad de Oxford y la pausa de que se generó, además sobre si debería existir un replanteamiento de la política de vacunación en relación al nuevo escenario.

“Eso no significa que no podamos contar con otra vacunas. Hay muchas empresas que están ensayando vacunas, varias que ya están en fase clínica III. De hecho en Chile hay tres vacunas que están en fase clínica III o que van hacer su ensayo clínico aquí”, aseguró.

“No creo que recién tengamos vacuna en el año 2022, eso es una alarma, creo que por el momento, innecesaria y no es bueno crear esa inquietud en la población”, adujo.

Específicamente sobre la pausa de la vacuna de Oxford, aseveró que “es un efecto adverso esperado, que ocurre habitualmente, que está dentro de las posibilidades”.

“Lo que tuvo este paciente es una mielitis transversa, es decir una inflamación de la médula espinal, probablemente producida por una interacción entre el virus de la vacuna y la médula espinal”, indicó.

Finalmente, dijo que “el equipo de Salud, Relaciones Exteriores, Ministerio de Ciencias, ISP, Comité Asesor en Vacunas e inmunizaciones y expertos en vacunas, están todos trabajando para que Chile puede tener una vacuna en el plazo que dijimos originalmente, es decir en el primer trimestre de 2021”.